domingo, 13 de abril de 2025

cs--Butchers, 2020. Crónica del visionado--ic


La crónica en directo:

Película canadiense de dos hermanos no muy listos, jocosamente endogámicos que se dedican a la carnicería. A la crianza y descuartizamiento de animales de cuatro patas y de dos (personas) al estilo de sierra mecánica-matanza-texas.

Empieza muy sórdida y violenta, promete; pero no.

Al ser canadiense, con absoluta seguridad es mediocre. Los canadienses son expertos en falsas películas, o sea telepelículas o telefilms.

Butchers en inglés es carniceros, o bien, homicidas. Los hermanitos endogámicos son ambas cosas.

No es telemierd… telefilm; pero sí de exclusivísimo pase por suscripción en internet. Sería una pérdida de tiempo y dinero proyectarla en cines.

En efecto, es lentorra y dura sólo ochenta y nueve minutos.

Al menos decora la pantalla del televisor mientras escribo.

Certificado: es un ladrillo de película. Su destino siempre fue el basurero de internet, como Netflix, Max, Prime Video, etc.…

La película se ha quedado absurdamente atascada entre la gasolinera y el coche averiado en la carretera local (también endogámica).

Es tan lenta, que la primera víctima de la escena inicial ya está embarazada al menos de siete meses de un hijo de los indígenas endogámicos carniceros. No es broma.

A los treinta y seis minutos, los asesinos vuelven a actuar y las víctimas también.

Algo ha comenzado a moverse tras aquellos lejanos primeros minutos de la primera escena.

Se agradece, pero la película se ha podrido hace treinta y cinco minutos.

De la forma más tonta, incomprensible e ingenua, una de las chicas que esperaba en el coche averiado huye del tarado que la acosa. Ve acercarse la grúa y le pide que la lleve a una comisaría porque un asesino la persigue y se sube a la cabina. Así de naturalmente, como si fuera impensable que el conductor de la grúa en semejante camino particular o carretera endogámica, fuera un asesino emparentado con los hermanitos.

Es una premeditada y casi delictiva previsibilidad. Todos los que forman el equipo de la película, estaban convencidos de que el público en general tiene serias mermas psicológicas. Alevosía pura.

Y la conduce a la granja con la mayor normalidad para eviscerarla.

Uno de los hermanos, el rematadamente tarado, no sabe hablar. El listillo, sin embargo, padece verborrea terminal y no calla ni debajo del agua. Atiende en su gasolinera a la pareja que busca un mecánico para el dichoso coche. Tras una discusión en la gasolinera, el chico se queda y la chica vuelve caminando hacia el coche y la pareja que en él se quedó.

El mono de trabajo del asesino locuaz está triste y desinhibidamente pintado para parecer sucio y viejo. Se ven recientes los manchones del aerógrafo. Al equipo de la película no le ha importado en lo más mínimo el realismo. Es más, seguro que son de la escuela que sostiene que el realismo es una lacra del cine.

O eso, o debe ser un nuevo género cinematográfico: el gore-pop.

Lo único divertido de la peli soy yo, que me río mucho de mi ingenio, humor y sarcasmo. Soy lo que rima con joya escribiendo.

Pues sí, el cabrón del endogámico listillo raja sin cesar, parece una puta aeromoza de vuelo dando instrucciones de cómo abrocharse el cinturón para el despegue, en lugar de un descuartizador en una granja tercermundista.

Y mientras todo esto no ocurre (la lentitud es una de las misiones cumplidas del director del bodrio) se me agota la tinta verde Lamy de mi pluma Maiora.

La verborrea del endogámico es algo que como espectador, no solo te satura, si no que produce una profunda irritación en la corteza cerebral.

Al fin reúnen a las dos chicas en la granja-matadero y de alguna forma consiguen escapar campo a través, para tropezarse con el endogámico locuaz, cuya camioneta no conocen, la paran pidiendo auxilio y el pico de oro les hace caminar de nuevo a la inversa, por los prados. Como si se invitara al público a disfrutar del campo. Otra vez.

Podría ser un anuncio de agencia de viajes.

De verdad, si hay terraplanistas se debe a que películas como ésta, demuestran que también la Tierra es plana. Plana, monótona, previsible y recta como la moral de un puritano.

Quedan dieciocho minutos de bodrio que relativamente pueden convertirse en un par de horazas más. Aquí reside el verdadero terror.

“El fin ha llegado” o algo así, es un título que aparece en la pantalla en negro. Se anuncia porque sabe muy bien el montador de la desesperación del espectador a estas alturas del ladrillo.

El de la grúa resulta que también tiene incontinencia verbal y quiere competir con el listillo.

Se debe reconocer que el actor que interpreta al asesino retrasado mental es tan malo que hace del personaje una especie de replicante o androide desprogramado y descoordinado, sin gracia alguna. Si no tienes escupidera a mano, usa el bote de las palomitas que a estas alturas del serial ya se han agriado.

De los diálogos no hablo porque se da por sentado que es la misma frase repetida como un avemaría.

Estamos abandonados, el final nunca llega como se prometía hace dos horas.

Los belenes infantiles que montan por navidad las guarderías con sus pequeñuelos, tienen más suspense, mejores actores y diálogos.

La teoría de la relatividad del tiempo ya es una ley sobradamente probada y certificada gracias a este bodrio. Es un hecho.

Otro puntazo muy bueno: la chica superviviente se escapa y consigue liberar a su novio que también está en el matadero. Llegan a la camioneta y el novio se siente chulo y dice con una escopeta entre los brazos: “Yo no me voy, se van a enterar estos pueblerinos de mierda”. Y por fortuna, le descerraja un par de tiros al endogámico listillo. Lo mejor que podía pasar, ya no hablará nunca más.

Pero el de la grúa, el retrasado mental y un aborto deforme que tenían escondido como un cerdo en la pocilga, matan a chico y chica; sin duda alguna y en el colmo de la vanidad, pensando el guionista en una segunda parte del bodrio.

Es un “terror” que desconoce y desprecia el suspense, así sin complejos.

Es sabido que una trama predecible es un truco muy explotado por el cine para que el espectador se sienta ante la película astuto, perspicaz, intuitivo. En definitiva, listo como una ardilla.

Igual que ocurre con el timo de la estampita que tantos beneficios aún hoy día reporta al narco estado corrupto fascista-estalinista-maricón español surgido con el coronavirus: la estampita del bozal (mascarilla) en “¡exteriores! e interiores”, la vacuna que no vacuna del coronavirus, la Amnistía Corrupta Española 2024, la quita de deuda (que se les roba al resto de asalariados “todas y todos” que no son de la secta psoe) o trato preferencial a las autonomías corruptas colaboracionistas y proveedoras de votos que mantienen al rey y ayatolá hispanocatalán Sánchez I el Arribista en su trono o la emergencia climática que incluso le roba a las madres la leche de las tetas.

El timo de la estampita o la trama predecible es una fuente de ingresos inagotable e imperecedera a través de los siglos.

Este bodrio es para votantes y militantes del psoe de Sánchez I el Arribista, que la verán como una obra maestra del cine. De culto, que le llaman también al mal cine realizado con el culo.

Estoy seguro de que en ellos y en su ayatolá pensaba el guionista al pergeñar esta aburrida, triste y terraplanista trama. También en Macron y en los europarlamentarios y jeararcas cleptócratas de la UE.

Cuando aparecen los títulos de crédito, al instante se inicia automáticamente otra joya de Prime Video sin ningún tipo de alegría: Tiburona.

Fin (de verdad).


jueves, 26 de diciembre de 2024

cs--Rollerball, 1975 (cita)--ic


Ciencia ficción distópica.

Cita:

Escena: en el vestuario, tras el partido contra el equipo de Madrid, el director general de Energy Corporation y los ejecutivos visitan a los jugadores ganadores. El señor Bartholomew invita al jugador Moonpie a una pastilla narcótica, que acepta. Bartholomew le habla al adormilado jugador.

 


"- ¿Sabes que sueños tendrás con ese mal hábito? Soñarás que eres un ejecutivo, que tienes todas las riendas en las manos, que llevas un traje de seda y tomas decisiones.

¿Quieres que te diga una cosa Moonpie? ¿Sabes en lo que sueñan esos ejecutivos detrás de sus escritorios?

Sueñan que son grandes rollerbolers. Sueñan que son Jonathan, que tienen músculos, que son fuertes y luchan.".


Director: Norman Jewison.

Actores: James Caan, John Houseman, Maud Adams, John Beck, Moses Gunn.

Nacionalidad: Estadounidense.


martes, 15 de octubre de 2024

cs--Joker: Folie à Deux, 2024--ic


Me encanta, me parece esperanzador que el musical Joker 2, haya sido una mierda y fracaso de taquilla. La paranoia colectiva del primer Joker de Phoenix, que realmente era vida y milagros de un deficiente mental, no ha dado más de sí para que este segundo ladrillo causara el mismo efecto global.

La absoluta paranoia por el arte interpretativo de Phoenix… Pobre hombre, era el mismo plano copiado y pegado en todas las escenas. No hubo un solo segundo de locura, incluso cuando mata al presentador, consigue que parezca un accidente.

Una buena película de verdad de Phoenix es En realidad, nunca estuviste aquí (2017) donde borda al personaje sin necesidad de un baile con parálisis cerebral en una escalera (lo que más emocionó a un público hiper adoctrinado en el estalinismo woke) su personaje era de una dureza y tormento colosal. Había un buen trabajo de dirección, actor y guion. No jodas, que peliculón…

Aquel Joker de Phillips (que era otra cosa diferente al villano, desagradable y amorfa) sólo indicaba que iba a empeorar en la segunda parte. ¿Qué le pagaron o prometieron al triste director para hacer semejante mamada?

Hicieron de un villano del cómic un retrasado mental para inspirar piedad por su condición.

Ahora resulta que además de clínicamente imbécil, el Joker es cantante...

Así es el cine del nazismo estalinista homosexual o woke, pervierte y degrada incluso a los villanos de los cómics para niños.

Afortunadamente la última mariconada no ha causado la alucinación colectiva de la primera mala, mediocre y monótona primera película; que si la alabaron fue porque esperaban que en la segunda parte se desarrollara el personaje en todo su esplendor de crueldad y sarcasmo, ya con menos retraso mental.

Y es que el Joker de Heath Ledger debió crear una grandísima envidia en el director del Joker de Phoenix y quiso superarlo con la metafísica de la doctrina estalinista woke.

La basura globalista y sus doctrinas de amor y tolerancia por los monstruos (quien bien te quiere te hará llorar, como hace este estalinismo estrangulando la libertad y la economía de los trabajadores) hace mierda los cerebros de la chusma que se deja embaucar por las redes sociales y su publicidad.

Hasta que no se inicie una gran guerra contra esta dictadura venenosa globalista, seguirá destruyéndose la inteligencia, el conocimiento y la honestidad; porque contra un fascismo sea de izquierdas o derechas no valen las palabras ni la razón, sólo el uso de la fuerza, la ferocidad y su crueldad.

Porque la opción a la guerra es dejar de comer carne y alimentarse de placas solares.

Fin de la película.

Idiotas pretenciosos y provincianos…

sábado, 27 de julio de 2024

cs--La degradación de Spiderman--ic


En cada nueva versión o entrega cinematográfica de Spiderman, los guionistas consiguen que sea cada vez más lerdo y panoli. Talmente como si siguiera la curva de degradación mental hacia la imbecilidad de la sociedades de las pseudodemocracias del coronavirus.

Pareciera que los guionistas tienen la consigna de abaratar más aún las películas y eliminar así, escenas de acción por otras larguísimas de balbuceos sin gracia, hasta el punto de que no puedes distinguir a Spiderman de tu vecino que se hace una prueba de antígenos de lacovid cada vez que estornuda. O sea, una horrorosa mediocridad de esas que sí dan terror de que puedan ser contagiosas y se te tiña la piel de color gris cemento.

Tal como van las cosas con el fascismo estalinista del coronavirus, todo indicaba que Spiderman evolucionaría hacia la mariconería orgullosa y no tardaría en vestir mallas arcoíris. Sin embargo, esto no comportaría un abaratamiento de las producciones eliminando escenas de acción. Todo lo contrario, el orgullo marica se empecinaría en demostrar que sería un héroe más fuerte y agresivo que un heterosexual o persona normal.

Por lo visto y experimentado con el historial cronológico de la saga de Spiderman, ya podemos afirmar que el estado y los estudios piensan que es mucho mejor, más emotivo y evocador de la paz y mansedumbre que el fascismo estalinista del coronavirus predica; que Spiderman se degrade a una parálisis cerebral, que es exactamente lo que padece en la última entrega.

O sea, buscan un héroe al estilo de Stephen Hawking, más barato de producir y menos violento.

Y así, niñas y niños lo podrán emular sentándose sobre monopatines de colores neutros, no sexistas, empuñando dos tacos de madera, también sexualmente neutros, con los que harán rodar el monopatín al impulsarse con ellos en el pavimento. E incluso se publicarán en la web de Spiderman, el código y tonos de balbuceos para imitar su forma de hablar.

Es un poco más triste del final que ha tenido Thor el julandrón de la última entrega, que dejará pronto el violento martillo, y empuñará como un exorcista la cruz, una Barbie transexual musulmana, mucho más acorde a las censuras doctrinales fascista-estalinistas con las que algunos nos cagamos en dios de un forma natural y espontánea todos los putos días desde que el coronavirus trajo el germen del nazismo estalinista y se quedó para toda la puta vida.


viernes, 18 de agosto de 2023

cs-- Cabaret, 1972 (un inusitado escalofrío)--ic

La escena transcurre en Alemania, cerca del Berlín de 1931.

Es cine en estado puro, un puñetazo de arte e historia directo al corazón. El director convertido en doctor en antropología social.

Con qué aparente sencillez...

Una de las escenas más terroríficas para cualquier persona con inquietudes de libertad y librepensamiento.

En una película musical sorprende visceralmente esta inyección de crudo fanatismo que muestra con inteligencia y efectividad la miseria moral y asesina que una nación, sus gentes, puede llegar a alcanzar. En 1933, Hitler fue elegido jefe de estado por el pueblo alemán.

Terror emocional puro.

Con solo esta escena, Bob Fosse se elevó a genio del cine.

Alguien debería enseñar esto a los jóvenes en las escuelas y universidades; no los evangelios de la globalidad oscurantista. Que sean capaces de identificar este escalofrío del canbíal fanatismo tan repetido y actual. Tan probable en todo tiempo de la historia.

Aunque estoy seguro de que no entenderían, no sabrían lo que ven. La amorfa masa votante no entiende, no identifica lo obvio, mucho menos las sutilezas. Margaritas a los cerdos. Ningún camello ve su propia giba.

Tan bucle en el tiempo...

“¿Sigues creyendo que les pararéis los pies?”